A mi hijo le cuesta relacionarse (Niños introvertidos).

En primer lugar se debe aclarar que ser introvertido no es un trastorno, sino que es un rasgo se forma parte de las personalidad del niño, al igual que lo es la extroversión, sólo es una manera distinta de relacionarse con el entorno, y de expresar sus emociones.

La introversión no tiene porqué considerarse como algo negativo, pues a diferencia de los niños muy extrovertidos, se plantean más las cosas antes de actuar, son más reflexivos a la hora de hablar, tienen muy desarrollada la capacidad de escucha, prefieren no formar parte de las discusiones, y se muestran generalmente más tranquilos; suelen desarrollar su imaginación y creatividad, disfrutando más de las actividades en solitario.

No se debe forzar a un niño introvertido a relacionarse, sin antes trabajar sus habilidades de interacción y seguridad en sí mismos, para evitar que consideren los problemas que les puedan surgir como errores personales. Debemos entender que a estos niños si les gusta tener relaciones sociales, aportándoles seguridad y satisfacción personal, simplemente el número de ellas es inferior al de otros niños, debido a que les es muy complicado establecerlas.
Se debe diferenciar entre introversión y timidez, pues la timidez es ocasionada por la inseguridad y el miedo, mientras que la introversión es una elección personal del modo de relacionarse (tienen pocas amistades porque se encuentran más cómodos así). En el primer caso se debe trabajar con el menor la autoestima y la superación de sus miedos, en el caso de los niños introvertidos la intervención se centra en las habilidades de interacción social.

Para mejorar la calidad de las interacciones de estos niños, se debe evitar la sobreprotección y permitirles hacer las cosas por sí mismos, crear situaciones donde pueda relacionarse, y hacer actividades en lugares donde pueda conocer a otros niños (si necesitan algo de otra persona, deben ser ellos quienes lo pidan, por ejemplo).

Son numerosas las actividades que pueden mejorar sus habilidades de interacción sin que se sientan forzados a relacionarse, debemos aprender a trabajar con ellos y evitar que se acaben aislando si se les fuerza demasiado a interactuar. El refuerzo positivo (reconocimiento por parte de otros) les hará valorar de otro modo su forma de actuar con otros niños o adultos y se sentirán mejor consigo mismos.Acudiendo a terapia podemos ayudar al menor a interiorizar estas habilidades y enfrentarse a sus miedos.

Se sede aclarar que no por ser introvertido se es inseguro, ya que muchos niños son confiados.
“los niños introvertidos disfrutan de las interacciones sociales, las que establecen son de calidad y satisfactorias para ellos aunque la forma de relacionarse sea diferente a la de otros niños, o el número de personas con las que establecen contacto sea menor”.