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La psicoterapia le puede ayudar. Imperfectos y felices ¡Es posible!
Puede que hablar de meditación y niños a la vez, nos resulte complicado pues creamos que los menores no están capacitados para este tipo de actividad, pues bien, tras unos años se sabe que emplear técnicas de relajación y meditación adaptadas a los más pequeños, produce en ellos beneficios en su día a día y en su forma de enfrentarse al mundo. Tras aplicar esta técnica a modo de juego, los niños se muestran más atentos en la escuela o en actividades educativas que requieren mayor atención, así como más relajados en su día a día y sobre todo de cara a resolver algún problema, ya que toman más tiempo para pensar antes de actuar, controlando sus impulsos y comportándose de forma más relajada. Por otro lado aprenden a ser conscientes de su cuerpo y a entender mejor los cambios físicos y emocionales que se producen en él.
El Mindfulness mejora la calidad de vida de los niños porque enriquece su aprendizaje y rendimiento escolar debido a que aprenden a mantenerse concentrados, se activan métodos de regulación de las emociones, son capaces de “entenderse a ellos mismos”(introspección)y a los demás, desarrollando sus habilidades sociales como la empatía, la amabilidad y la búsqueda del bienestar emocional.
El mindfulness puede ponerse en práctica en familia aumentando sus beneficios; algunos ejemplos de tareas a modo de juego para los niños son:
– Quietos y atentos como una rana:
Describir en alto a una rana, colocándose sentados con las piernas cruzadas; definir como este animal es capaz de saltar de hoja en hoja por el agua, pero que también necesita mantenerse quieta para observar lo que hay a su al rededor (otros animales, el agua, etc…).
Se le pide que deba respirar con calma, sintiendo como se infla la tripa y expulsando el aire poco a poco para que la tripa vuelva a hundirse.
Esta actividad les permite relajarse y concentrarse en la respiración.
– Mensaje positivo en forma de ola:
Se ha de realizar en grupo, eligiendo una frase entre todos las personas que participen, que resulte bonita y positiva por ejemplo “me gusta acariciar animales”, “cuando estoy nervioso me calma el abrazo de mi madre”, “soy una persona alegre “y a estas frases, le añadimos movimientos secuenciales como levantar un brazo, mover una mano, abrir de uno en uno los dedos, etc…Depende de la edad de los niños y sus capacidades motrices.
Formando un círculo entre todos, se debe estar atento a lo que ocurre, ya que cuando una de las personas dice en voz alta la frase se deben realizar los movimientos elegidos.
Con esta actividad aprenden a trabajar en equipo, y a centra la atención.
– Algunos ejemplos más a modo de vídeo: