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La psicoterapia le puede ayudar. Imperfectos y felices ¡Es posible!
La adicciones o dependencias se producen cuando un individuo muestra modificación en su comportamiento, en sus prioridades y en su bienestar emocional, derivado de la necesidad de consumir u obtener una droga (sustancia, situación u objeto) y de los efectos que su uso o consumo produce en el organismo; apareciendo como consecuencia un deterioro social, emocional y físico.
Al hablar de droga, no nombro únicamente a las sustancias como pueden ser por ejemplo el alcohol o el tabaco, si no que existen otro tipo de adicciones como veremos más adelante.
Las adicciones aparecen porque un individuo obtiene placer mediante el consumo de algo, un placer que quiere seguir sintiendo, por lo que poco a poco toda su atención se centrará en seguir consumiendo. Por ello a las consecuencias directas de una droga, hay que añadir el deterioro general que se produce en la persona al poner como necesidad principal en su vida “consumir”, dejando descuidados otros aspectos más importantes.
Los adolescentes son muy vulnerables a la hora de desarrollar una adicción, pues en ocasiones necesitan evadirse de la realidad que le rodea, realizar conductas peligrosas para destacar o para enfrentarse a sus propios miedos, como un acto de rebeldía, o para probar experiencias nuevas, por imitación o aceptación dentro de su grupo de iguales.
Pero no sólo los adolescentes pueden desarrollar una adicción, pues cualquier conducta puede convertirse en una; al hablar de “nuevas adicciones” nos referimos a aquellas que antes no existían como eran las adicciones a sustancias químicas, legales o no, y éstas se relacionan con la forma de vida, más concretamente con Internet, el uso del teléfono y similares, las redes sociales, los videojuegos, la pornografía, tratamientos o modificaciones estéticas, el trabajo, las compras, la codependencia (dependencia de la aprobación por parte de otros), los alimentos y el ejercicio o actividades deportivas de riesgo.
Cuando una persona realiza una actividad que le gusta, que le aporta placer , como el uso videojuegos, los “like” en los perfiles de las redes sociales, un determinado alimento, etc…,su cerebro segrega dopamina activando las vías de placer (produciendo euforia y confort) por lo que nuestro cuerpo intentará sentir lo mismo de nuevo, centrándose en conseguirlo. Además las personas con daños en el lóbulo prefontral o los adolescentes por no tenerlo bien desarrollado aún tienen mayor riesgo de convertirse en sujetos adictos, pues no controlan el placer, ni el peligro.
Las consecuencias de estas adicciones son, los problemas de vista (por el uso continuado de pantallas), dolores crónicos y/o musculares, trastornos alimenticios y del sueño, reducción de habilidades sociales así como la tendencia al aislamiento, comportamientos compulsivos, hurtos.
Las adicciones pueden darse con períodos de descanso (períodos de abstinencia), no es necesario que el paciente recurra a ella cada día, aunque sí afecta a sus rutinas.
Es importante intervenir cuando se observe que existe una adicción, pues aunque de primeras el paciente niega lo que ocurre, es el primer paso para que el realizar un tratamiento eficaz.