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Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (T.C.A.) tiene graves consecuencias, no sólo para la salud física de la persona que los padece, sino que provoca un deterioro emocional y social en su entorno más cercano, y en sí mismo, convivir con este tipo de trastorno se vuelve muy complicado, siendo necesaria una buena y rápida intervención, cuánto antes mantendremos al problema mejores pronósticos habrá.
Esta categoría de trastornos se caracterizan por la obsesión con la imagen corporal (generalmente) y por la pérdida de control en lo que a todas las facetas de su vida se refiere, la persona centra toda su atención en conseguir su objetivo, sin entender gravedad de las consecuencias.
Aunque en la mayor parte de los casos, estos trastornos se presentan en mujeres, en los hombres e incluso en los niños también pueden darse.
Las personas con trastornos de la alimentación no reconocen lo que les ocurre, o no lo ven como un problema para ellos, pero sí son conscientes de que deben ocultar sus conductas respecto a la alimentación, pues su entorno no las ve saludables y evitan la confrontación, por ello intentarán ocultar lo que ocurre, empeorando la situación, pues tienden a aislarse, a esconder su comportamiento, a mentir sobre lo que les ocurre, incluso a enfrentarse con sus seres queridos, creando problemas emocionales y de convivencia.
¿Por qué persona desarrolla un trastorno de alimentación?
Algunos factores que hace a una persona vulnerable de cara a este tipo de trastornos son la baja autoestima, una educación muy estricta, familias desestructuradas, insatisfacción personal, estrés (incluso por un evento feliz), sucesos traumáticos (violación, muerte temprana de un progenitor,…)
¿Se pueden tratar y curar estos trastornos?
La respuesta es sí, siempre que se decida intervenir y se le ofrezca a la persona la atención adecuada, ya que a veces no se quiere reconocer la existencia de un trastorno, se deja pasar pensando que será una mala época, se oculta, incluso se cree que puede llegar a ser beneficioso (cuerpo perfecto, alimentación sana,…) y en otros casos el individuo no cuenta con los apoyos necesarios.
Pero las consecuencias son muy graves, pudiendo ocasionar la muerte, daños irreversibles de salud física, así como suicidios, autolesiones, conductas peligrosas (robo de comida, dinero, consumo de drogas, etc…)
Aunque no se conoce que trastorno aparece primero, o cuál es el causante, es cierto que las personas con trastornos alimenticios, suelen padecer otros como son depresión, abuso de sustancias, trastornos del sueño o trastornos de ansiedad.
¿En qué consiste el tratamiento?
A la hora de comenzar un tratamiento psicológico debemos descartar otro tipo de enfermedades que pudieran dar lugar a cierto desorden alimenticio, y además es necesario conocer el estado de salud del paciente por los problemas físicos que el trastorno hubiese podido ocasionar.
La base del tratamiento cognitivo conductual es acompañar al paciente en el proceso de cura, ayudándole a adquirir pensamientos y hábitos más saludables, mejorar su auto concepto y entrenar las habilidades sociales. Es un proceso largo, en el que aparte del paciente, sería positivo que su entorno más cercano acuda a terapia, incluso hacer terapias de grupo donde poder escuchar las experiencias de otras personas (personas en fases más avanzadas para mimarse, y en situación más complicada para ver lo que podría ocurrirles si no mantienen el tratamiento).
Clasificación de los Trastornos de la conducta alimentaria:
– Pica:
– Desorden alimenticio en niños
– Ingerir sustancias no nutritivas como insectos, objetos de papelería, tierra, partes
De juguetes…
– Más común en niños con dificultades madurativas y cognitivas.
– Rumiación:
– Regurgitación repetida de alimentos (al menos durante un mes)
– Los alimentos pueden masticarse de nuevo, escupirse o tragarse
– No se trata de bulimia ni anorexia, y a veces acompaña a un trastorno del
Desarrollo neurológico.
– Es más común en la infancia, se aíslan un poco después de comer para realizar
La fumigación (pensativa, concentrada)
– Irritabilidad en los períodos entre comidas.
– Malnutrición progresiva.
– Trastornos de la Ingestión Alimentaria de la Infancia:
– Irregularidad en los procesos de ingestión de alimentos y bebidas.
– Dificultad para comer de forma adecuada durante al menos un mes,
– Pérdida de peso
– Antes de los 6 años.
– Anorexia Nerviosa (AN):
– Control de ingesta de alimentos para no ganar
Peso (peso por debajo de lo que se considera
Saludable)
– Distorsión de la imagen corporal.
– Baja autoestima.
– Suele aparecer en la adolescencia aunque cada vez es
Más común en mujeres e incluso hombres adultos
– Bulimia Nerviosa (BN):
– Atracones de alimentos (normalmente comida de gran
Aporte calórico) a cualquier hora, incluso por la noche.
– Sentimiento de culpabilidad.
– Pueden masticar la comida durante un tiempo sin tragarla.
– Purgas (vómitos provocados), utilización de laxantes y
Diuréticos. (No siempre se dan las purgas)
– Ejercicio durante horas de forma compensatoria.
– Los pacientes son más conscientes de su problemática
Que en el caso de la anorexia…
– Trastorno por atracón:
– Se produce solo en algunas ocasiones
– Culpabilidad por la ingesta de ciertos alimentos o cantidades
-“Hambre psicológica”, pérdida de control en ciertas
situaciones.
Otros problemas alimenticios de estudio:
– Ortorexia: obsesión patológica por la comida saludable (tipo de comida y preparación),
empieza por un tipo de alimento como “los fritos “la carne roja” y va aumentando la
lista de comidas, bebidas y formas de cocinar que se excluyen.
– Permarexia: obsesión por seguir dietas y regímenes de forma permanente (anteceden a la
Bulimia o anorexia), pensamientos y conductas irracionales sobre la
alimentación.
– Vigorexia: obsesión por lograr un cuerpo musculoso y fuerte. Dedican demasiado tiempo a
entrenar, dejando de lado otras actividades y tareas. Ingesta de proteínas y
anabolizantes.
– Potomanía: consiste en ingerir mucha cantidad de agua, a pesar de no tener sed, llegando a
vomitar el líquido ingerido.
– Pregorexia: con características similares a la anorexia pero se da en mujeres embarazadas.
El miedo a engordar, puede producir conductas alimentarias perjudiciales para la
persona y para el bebé.
– Manorexia: o anorexia masculina (está aumentando el número de hombres que se
preocupan en exceso por ganar peso y por cuidar su físico, se da sobre todo en el
mundo de la moda y el deporte (canon de belleza irreal y poco saludable).
– Drunkorexia: Se da principalmente en adolescentes y se caracteriza por la realización de una
dieta, o la ausencia de ingesta de alimentos tras beber grandes cantidades de
alcohol, debido a la culpabilidad que este acto les produce (contenido calórico).