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Trastornos sexuales

Según la clasificación actual de trastornos sexuales, podemos clasificarlos en:        
– Trastorno del deseo sexual:
Deseo sexual hipoactivo (deficiencia o ausencia de deseo sexual)
T. Por aversión al sexo (evitación de cualquier contacto genital con la pareja)
Trastornos de la excitación sexual en la mujer y/o en el hombre (falta de respuesta a la estimulación sexual, mental, emocional, y/ o física)
– Trastornos orgásmicos femenino y/o masculino (en mujeres es más frecuente, pero ocurre también en hombres; es un retraso permanente o recurrente del orgasmo o en la ausencia del mismo)
– Trastornos sexuales por dolor:
Dispareunia (dolor genital persistente o recurrente que se produce justo antes, durante o después del
coito)
Vaginismo (contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina; no se trata de
ausencia de placer en las relaciones, pues la respuesta con juegos sexuales que no sean la penetración
si es placentera)
– Otras disfunciones sexuales (Debido a una enfermedad médica, por sustancias, y no especificado)
Las personas que acuden a consulta médica por “disfunciones” sexuales, o “molestias, incluso dolor” al mantener relaciones están aumentando en número.
En primer lugar hay que entender que existe una estrecha relación entre nuestras emociones, educación y la forma en que entendemos, vivimos y expresamos la sexualidad, de tal manera, que una vez descartado cualquier problemática física por nuestro médico de cabecera y especialista como son los ginecólogos y urólogos, es muy probable que ciertas problemáticas relacionadas con la sexualidad provengan de nuestra cognición.

Pondré algunos ejemplos o causas que pueden afectar a una persona a la hora del disfrute y capacidad sexual, para entenderlo mejor:

– Educación donde el sexo es un tabú, incluso algo negativo, y destinado exclusivamente a la reproducción (familias con una fuerte moral religiosa).
– Encontrarse bajo una situación de estrés
– Depresión, cansancio o tristeza puntual
– Menopausia
– Cambio de rol (pareja o persona que tiene un hijo)
– Vivencias pasadas desagradables

La idea de que la sexualidad es una práctica puramente física, está muy alejada de la realidad, y son muchos los factores los que pueden llevar a una persona a no lograr disfrutar de la sexualidad, incluso a tenerle aversión. No todos debemos entender la sexualidad de la misma forma, ni la práctica de ella debe encasillarse en lo que se cree “es lo común o lo correcto”.

Cada vez más parejas se atreven a acudir a consulta porque tienen dificultades en sus relaciones íntimas y los resultados de la terapia cognitivo conductual es muy positiva, pues consiguen hablar con libertad, sin ser juzgados, y ponen en práctica técnicas que les serán de gran ayuda, mejorando su calidad de vida.

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