Disponibles las 24 horas del día
La psicoterapia le puede ayudar. Imperfectos y felices ¡Es posible!
Ya es primavera, la estación del año favorita para muchas personas, y no es de extrañar, por el efecto visual de las flores, los colores y olores, así como la llegada de los días más soleados, tan deseado para muchos.
Cuántas veces habremos escuchado decir a alguien, que necesita el sol para ser feliz, o que el invierno le entristece demasiado y nunca podría vivir en un país frío. Pero ¿le ocurre esto a todas las personas, es realmente la primavera una estación que nos aporta un “buen estado de ánimo”? ¿ayuda esta temporada a la mejora de nuestro bienestar emocional?
Vamos a intentar descubrirlo poco a poco:
En primer lugar, el aumento de temperatura y de horas de sol, nos anima a realizar más actividades al aire libre, como deporte, actividades en la naturaleza, reuniones sociales que en invierno se reducen y todo esto produce un efecto positivo en nuestro organismo, pudiéndolo complementar con el consumo de frutas y verduras tan fabulosas que se encuentran en esta época y que podemos añadir a nuestra dieta (fresas, cerezas, arándanos, albaricoques con propiedades antioxidantes y de prevención de algunos tipos de infecciones).
Por otro lado, se produce el aumento de liberación de ciertas hormonas como la oxitocina aumentando nuestro deseo sexual; además al exponernos un mayor número de horas al sol, nuestro cuerpo asimila mejor la vitamina D, y segrega dopamina y serotonina, lo que influye en la mejora de nuestro bienestar.
Pero la primavera no es una época positiva para todo el mundo; por un lado, nos encontramos con las temidas “alergias”, que hacen que nos encontremos incómodos, por los picores, estornudos, problemas de respiración, y problemas para conciliar el sueño; y por otro debemos mencionar un problema emocional relacionado únicamente con esta temporada del año, la “astenia primaveral”, relacionada con el cambio de horas de luz, a lo que nuestro cuerpo debe adaptarse, es decir, la culpable es la melatonina que debe ajustar sus niveles gradualmente (encargada de regular nuestro ritmo de sueño y vigilia)
¿En qué consiste la astenia primaveral?
Es un trastorno puntual, específica de esta época del año, que produce cansancio, problemas de concentración, nerviosismo, fatiga, cambio en el apetito, pérdida de energía, dolores musculares y de cabeza, dificultades o trastornos de sueño (por exceso o defecto), y tristeza. Además, como es lógico, a aquellas personas que ya de por sí sufren de algún trastorno emocional como ansiedad o depresión, en primavera pueden sufrir un “pico” en sus síntomas negativos; también pueden verse afectadas las personas que sufren Agorafobia (por aumentar el número de situaciones y relaciones sociales y maximizar sus problemas para relacionarse) y las personas con problemas de autoestima baja e inseguridades en general, al verse sometidas a mayores exposiciones en público, con un cambio notable en el vestuario que se utiliza (menos ropa que en invierno).
Es importante conocernos y aprender a reconocer esta situación, para no alarmarnos y entender que se trata de una circunstancia puntual (5 a 8 días), y nuestro cuerpo acabará por adaptarse y los síntomas descritos antes desaparecerán.
Este trastorno afecta en mayor medida a las mujeres, con una prevalencia de 1 persona de cada 10.
No olvides aceptar y anotar las ventajas que nos aporta la primavera y aprovéchalas, en momentos de estado de ánimo positivo podemos y debemos plantear objetivos que nos hagan permanecer activos, concentrados y ocupados.
Aprende a conocerte y reconocer la forma en que tu cuerpo y tus emociones responden a determinadas situaciones, así podrás hacer frente a los problemas y ayudar de forma más adecuada a tu bienestar emocional.
Si los síntomas antes descritos se alargan en el tiempo, no dudes en acudir a un profesional.