En esta vida todos estamos de paso y debemos ser conscientes de que posiblemente en algún momento tengamos que experimentar lo que significa tener que despedirnos de alguien por quien sentimos amor, cariño, o admiración.
La calidad de la relación que tuviésemos con esa persona, la forma en que nos enfrentamos a la situación y como nos hayamos preparado para ello, van a influir en gran medida en el proceso de duelo.
Son muchos los factores que influyen en un proceso de superación de este tipo ( duelo por fallecimiento), y no todas las personas responden igual ante la misma situación; en ocasiones el proceso no sigue su trayectoria natural, convirtiéndose en “
duelo patológico, bloqueado o complicado”, dependiendo de la gravedad de los síntomas de la persona que lo sufre, necesitando de apoyo profesional para ser capaces de despedirse realmente de la persona fallecida dejando fluir las emociones de dolor y vacío sin bloquearlas, admitiendo los hechos ,superando las cosas que “quedaron pendientes” y no anclándose en un pasado que les hacía feliz junto a la persona ausente.
Cuando un proceso de duelo no se supera de forma adecuada pueden aparecer complicaciones como adicciones, problemas conductuales , dificultades para relacionarse y trastornos del estado de ánimo.
No todos los fallecimientos se producen por causas naturales como resultado de un proceso de vejez o una enfermedad, donde el final estaba anunciado, si no que ocurren de forma inesperada y repentina
( accidente de tráfico, un infarto, una agresión ,etc…)por lo que no ha habido una etapa de “preparación emocional” para los hechos, volviéndose mas complicado para las personas de su entorno recuperar la normalidad.
Después de un tiempo es normal echar de menos a un ser querido, recordarle en momentos puntuales, sentir tristeza cuando algo nos lo recuerda, incluso tener el deseo de compartir ciertas vivencias con él, pero cuando pasan los meses y el dolor no se minimiza, se siguen negando los hechos, no se recupera la normalidad, y en general no se produce una mejora emocional, es necesario recurrir a la ayuda profesional.
Por ello si has sufrido una pérdida recientemente y crees que el dolor que sientes es demasiado intenso , si ha pasado el tiempo desde que falleció un ser querido y no logras reponerte, o si conoces a alguien que está pasando por esta situación, no dudes en ponerte en contacto, la terapia cognitivo conductual ayuda a superar el proceso de duelo.
