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Emociones negativas después del parto

A veces echo de menos mi vida antes de ser madre, y me siento culpable

Son muchas las mujeres, y también algún hombre los que se atreven a comentar que echan de menos en varias ocasiones su vida antes de decidir aventurarse en el papel de “padres”, incluso se sienten mlas porque en ocasiones se arrepienten, necesitan “descansar” de su función, añoran dedicarse tiempo así mismos o hacer actividades que no implique cuidar de sus hijos.
La depresión post parto es más habitual de lo que nos imaginamos, entre el 50 y el 80 % de las mujeres que han sido madres, han sentido tristeza, ganas constantes de llorar, dificultades para conciliar el sueño, dolores de cabeza, etc… incluso sintomatologías más graves que necesitan atención médica y psicológica.


Este tipo de problemática surge principalmente debido a los cambios físicos (el cuerpo es distinto tras un embarazo), la reducción del tiempo para actividades sociales y laborales, preocupación por el papel de madre y las capacidades personales para desempeñarlo, dolores, problemas de sueño o digestivos, etc…Todo esto hace que las mujeres se vean en ocasiones incapaces de afrontar la nueva situación,.
Y no sólo existe la depresión postparto, si no que según los niños van creciendo, los padres se deben enfrentar a nuevos retos de forma constante, y a veces se ven superados e incapaces de gestionar las emociones que surgen en ellos.

En primer lugar he de comentar que se debe dejar a un lado la culpabilidad por sentirse en ocasiones cansado, triste o frustrado frente al comportamiento o necesidades que suponen la atención de un menor, pues los progenitores se ven sometidos a un proceso de cambio continuo e intenso.
A esto hay que añadir que multiples problemáticas añadidas que pueden aparecer en el entorno familiar y social del niño (enfermedades, problemas económicos, etc…)lo que dificulta aún más la función como padres o madres.

En muchas ocasiones es positivo y necesario buscar un apoyo profesional adecuado para superar el proceso de crianza, y educación de un menor, cuando la salud emocional de uno de los padres o la relación de la pareja se ven afectadas.

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