Disponibles las 24 horas del día
La psicoterapia le puede ayudar. Imperfectos y felices ¡Es posible!
La adolescencia es una etapa muy complicada debido principalmente a los cambios que se producen, a las emociones “a flor de piel” al momento en sí, en el que no se es un niño, se empiezan a asumir ciertas responsabilidades, pero tampoco se es un adulto. En esta época todo se percibe de una forma “exagerada”, nos emocionamos de una manera casi incontrolable, donde tanto lo positivo como lo negativo puede superarnos.
Puede que los adultos no entiendan las reacciones de los adolescentes, su forma de ver la vida, de entender su entorno, sus reacciones desproporcionadas, etc… pero sobre todo debemos plantearnos que nadie se convierte en adulto sin ser adolescente antes, que es una etapa, y que podemos facilitar el proceso de cambio en el adolescente si contamos con las herramientas adecuadas.
Ellos se encuentran en la situación de no saber muchas veces como explicar lo que sienten, se frustran porque parece que nadie comprende lo que les ocurre, su forma de pensar y actuar, sus deseos, sus miedos o sus sueños.
Gran parte de las reacciones de los adolescentes, dependerán en gran medida de las herramientas adquiridas y experiencias vividas en la infancia, así como la forma en que los adultos que se encuentran en su entorno más próximo les guían en el proceso de crecimiento personal.
Los adolescentes mientras intentan definir su propia personalidad, se ven sometidos a mucha presión (o así lo sienten), en su día a día, por las exigencias del grupo de iguales, del centro escolar, de la familia, los medios de comunicación, las redes sociales, etc…pudiendo sentirse sobrepasados, estresados, tristes, con miedo de cara al futuro y sin capacidad de enfrentarse al presente.
Para entender la adolescencia, debemos definir los principales problemas que pueden aparecer a esta edad (10-19 años).
– Estrés y ansiedad: Los cambios necesitan un proceso de adaptación, y en esta edad se sufren bastantes, incluso antes de estar preparados emocionalmente para ellos ( modificación de centro escolar, cambios físicos, primeras relaciones amorosas, presión de grupo, decepciones de amistades, incertidumbre de cara al futuro, etc…)
–Agresividad (autolesiones, o agresiones a otras personas, así como destrucción de objetos o bienes materiales): No haber adquirido las habilidades necesarias de control de impulsos, puede llevar al adolescente a no saber gestionar sus frustraciones, y unido a la forma en la que se perciben las emociones a esta edad, se pueden producir conductas agresivas y muy violentas hacia uno mismo o los demás. Es muy importante intervenir de forma adecuada ante esta problemática, para evitar daños irreversibles así como consecuencias emocionales que pueden complicar el futuro del menor.
– Depresión adolescente :Viene principalmente dada por el proceso de aceptación de uno mismo y se manifiesta con apatía, alteración del sueño, problemas alimenticios (anorexia, bulimia, obesidad), pérdida de interés en actividades que antes le eran agradables, dificultades de concentración y de cumplir objetivos, miedos desproporcionados (al abandono, la muerte, el rechazo…)
– Obsesiones: Pueden aparecer como una forma de enfrentarse a los miedos, o a sus cambios, y aunque es normal que se creen cambios de comportamiento, y pequeñas o nuevas “manías”, los adultos deben intentar que no se conviertan en un problema para el adolescente (obsesión por el físico, los estudios, el orden, sobresalir por encima de otros a cualquier precio, etc…)
– Adicciones: La presión de grupo, de necesidad de vivir emociones “fuertes”, experiencias nuevas, de descubrir lo que le rodea, de destacar, y de evadirse, puede desarrollar conductas de abuso de sustancias (drogas y alcohol)
– Si el adolescente se siente rechazado, si no se siente a gusto consigo mismo, no acepta los cambios que se producen en su cuerpo, y se deja influenciar por las presiones del exterior, puede que desarrolle conductas de aislamiento, complicando su desarrollo personal, emocional y social.
A esto hay que añadir otras problemáticas asociadas que pueden aparecer, como son los problemas de interacción familiar, conductas sexuales perjudiciales, conductas peligrosas, escaparse del entorno familiar, y relaciones perjudiciales.
La necesidad de sentirse aceptado puede llevar a los adolescentes a comportarse de manera extraña y nocivas, en contra de sus propios principios, por eso hay que estar muy pendientes de ellos, sin llegar a convertirse en jueces, haciéndoles sentirse seguros, entendiendo que cuentan con el apoyo y libertad suficiente para recibir ayuda si tuviesen algún problema, o duda.
Las vivencias de la adolescencia, al igual que en la infancia, influyen en la cognición y conducta del adulto, por ello es importante intervenir en cuanto antes si fuera necesario.