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La psicoterapia le puede ayudar. Imperfectos y felices ¡Es posible!
Puede que a lo largo de nuestra vida nos crucemos con varias personas que acaban siendo “tóxicas” para nosotros, y no sólo eso sino que pueden afectar a nuestra estabilidad emocional, autoestima y mermar nuestras capacidades; es decisión nuestra alejarnos o mantener esas relaciones.
Las señales de que nos encontramos ante una relación toxica son:
– La mayor parte del tiempo que pasas con esa persona, incluso cuando piensas en ella, sientes ansiedad, frustración o tristeza; además puede que incluso te sientas cansado física y emocionalmente.
– Cada vez confías menos en lo que el otro dice o hace.
– Tienes miedo a sus reacciones cuando te comportas tal y como eres, llegando incluso a modificar tu forma de ser para agradar al otro.
– A menudo tienes la sensación de que la otra persona es egoísta contigo, y aunque justifiques lo que hace, sabes que no mereces que te trate así.
– Llegas a depender tanto de la relación con esa persona, que tu bienestar emocional puede depender directamente de cómo se encuentre el otro, o de lo que ocurra únicamente entre vosotros ese día.
Pero ¿por qué se crean estas relaciones? (entre amigos, en el trabajo, en la familia, en las parejas…) ¿si notamos que nos hacen daño, por qué no salimos corriendo en dirección contraria en cuánto algo de esa persona no nos gusta?, son muchos las excusas que nos ponemos a nosotros mismos para poder justificar nuestra actuación:
– Cuándo le conocí no era así
– Es un miembro de mi familia no puedo enfrentarme a la situación
– Le veo todos los días en el trabajo, no quiero tener problemas
– Me da pena su situación, necesita que alguien le ayude y a mí no me cuesta nada
– Puede que no se dé cuenta de lo que hace, sé que me aprecia
– Y un largo etc…
– La realidad es que nos vemos tan envueltos en “su tela de araña” que no somos capaces de enfrentarnos a la situación, de decir BASTA, NO, HASTA AQUÍ,HA SIDO SUFICIENTE…La solución : anteponer nuestro bienestar a las situaciones y sensaciones negativas que éstas personas nos hacen sentir.
El primer paso es analizar por qué comenzó esta relación, y como podemos enfrentarnos a ella; es decir entender que esperamos de la interacción con la otra persona y analizar desde fuera por qué esa relación debe o no continuar. Debes poner en una balanza todos tus sentimientos y ver en qué manera te afecta la relación con esa persona; además se debe observar a nuestro al rededor, ver cómo ha afectado a nuestro entorno más próximo y a nuestro día a día.
– ¿Me he alejado de otras personas que son importantes para mí?
– ¿Esta relación ha afectado de forma negativa a mi trabajo, estudios u ocio?
– ¿En esta interacción, hay terceras personas que sufran de forma directa también (por ejemplo hijos)?
Si te encuentras ante una situación similar, pregúntate ¿por qué no finalizas con el sufrimiento? ¿Qué te lo impide? ¿Hay algo más importante que tu propio bienestar para seguir permitiendo ciertas cosas?
En terapia puedes aprender a resolver estas cuestiones, a tomar decisiones más acertadas, incluso a adquirir las habilidades necesarias para enfrentarte a este tipo de personas y establecer relaciones más sanas.
Gracias por todo, antes no entendía porqué a mi al rededor todo el mundo se aprovechaba de mí, culpaba a la vida porque aún siendo buena persona, sólo me cruzaba con amistades y con hombres que “se reían” de mí; ahora sé que era yo la que no era capaz de alejarme de ciertas personas, aprendí mucho sobre mí misma y ahora intento mantener relaciones más sanas.
Gracias ,)